El día que me convertí en mamá fue el día que me llegaron las preocupaciones, no tengo duda que haya sido el día más feliz de mi vida pero también el día que me salieron más canas.
Pensé en todas las cosas que quería enseñarles, errores de mis papás que quería evitar, aciertos que replicar, pero sobre todo que no les faltara nada y que fueran felices.
Estos dos últimos puntos me los tomé muy personal y que es una de las características de las mamás modernas de hoy.
Me volví intolerante a sus llantos tratando siempre de cumplir en la medida posible sus expectativas. Pero ¿De dónde sacamos esas ideas? Los hijos van creciendo y vamos cediendo reglas, abandonando clases extracurriculares o incluso somos más permisivos con el uso de tabletas electrónicas porque la vida ya es diferente.
Sin embargo, todas estas nuevas modalidades de educación basadas en la satisfacción y alegría de los hijos está comprobado que no son las mejores herramientas para ellos. ¿Dónde quedó su poder de adaptación?, ¿Dónde queda sus habilidades de resolver conflictos y de aceptar las reglas que no son de ellos? A los hijos hay que sacarlos de la caja de confort, lugar que nosotros hemos creado y que sabemos que en la vida real no existe, una manera de sacarlos de esa comodidad es bajo un ambiente seguro y un papel claro en la sociedad son los viajes al extranjero y que mejor que sea un viaje con fines académicos que los impulse a desarrollarse como persona y profesionalmente.
Existen una gran variedad de opciones, desde campamentos de verano hasta programas en educación superior, sin embargo uno de los programas que marcan el carácter, seguridad en ellos mismos y maduración es a través de los años académicos de secundaria y preparatoria en el extranjero.
¿Qué les ofrece estudiar un año académico en el extranjero de secundaria o preparatoria ?
- Poder de adaptación: tendrá que adaptarse a circunstancias diferentes a las que viven en México, sistema de educación y exámenes diferentes, clima, idioma, sociedad e incluso reglas diferentes donde tendrá que llevarlas a cabo.
- Poder de la frustración: frustrarse no es malo, al contrario viéndolo de una perspectiva positiva es ahí donde surge el carácter y las buenas ideas que pueden llevar a un plan de acción.
- Aprendizaje a relacionarse con los demás: tendrán que verse en la necesidad de conocer y hacer nuevas amistades.
- Resolución de problemas: seguramente tendrán problemas de comunicación ya que no dominan el idioma donde viven, transportarse de la casa a las escuelas solos.
- Valoración de su familia: sobre todo los papás, este tipo de viajes fomenta la comunicación hijo – padre y muchas veces se vuelven los papás sus confidentes.
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